Queridos hermanos: Tras el llamado de la FEREDE (Federación de Entidades Evangélicas de España) en su comunicado del 06 de Marzo de 2020, que insta a suspender las reuniones de las iglesias por un periodo de 15 días, y a aconsejar a las personas mayores, niños, y aquellos con patologías previas a que se queden en casa y no asistan a los cultos, los Ancianos de la Iglesia en Seixo hemos acordado suspender todas las reuniones de la Iglesia por un periodo de 15 días, como también ordenan las autoridades de la nación. También rogamos a todos los hermanos que comuniquen a los ancianos cualquier incidencia de esta enfermedad entre los creyentes, para que seamos solidarios unos con otros y podamos orar unos por los otros. Del mismo modo que las autoridades civiles instan a los ciudadanos a no tomarse este tiempo de cuarentena como unas vacaciones y un tiempo extra de ocio, sino a usarlo para permanecer en sus casas para tratar de parar la contaminación vírica,recibida o transmitida, así también os rogamos que uséis este tiempo para la oración, para la lectura de la Biblia y para la meditación, pensar con la mente y trasladarlo al corazón, lo que nos dará “una cosmovisión radicalmente distinta de la del mundo que nos toca vivir” (J. Hutter). Meditar “es el arte de pensar en los pensamientos de Dios”. Fil.4:8 “todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. La meditación es una de las herramientas principales a través de la cual el Espíritu Santo santifica al creyente. Col. 3:1 y ss. “....buscad las cosas de arriba, donde esta Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”. Como creyentes no debemos pensar ni actuar como “los que no tienen esperanza”, ya que nosotros la tenemos y es firme y viva. El Salmo 91 nos habla de la segura protección de aquellos que tienen comunión con Dios, de aquellos que “ponen en Dios su amor”,v14 y su confianza, v2, y el resultado es el triunfo sobre cualquier miedo: “con el estaré yo (Dios) en la angustia; lo librare y le glorificare” v15. La vida del creyente no depende de circunstancias adversas, (terror nocturno, saeta, pestilencia, mortandad, catástrofe, v5-7, sino de la poderosa mano del Dios Todopoderoso, “y si Dios por nosotros, ¿quien contra nosotros? Ro. 8:31. Aprovechemos pues, queridos hermanos, estos días y que todo lo que hagamos y pensemos sea para nuestra edificación y progreso espiritual, y para dar gloria a Dios con nuestras vidas. Y que nuestra manera de ser sea sin miedos ni ansiedades, para que sirva de testimonio a los no creyentes para que perciban la esperanza segura que tenemos en el Señor. Que el Señor nos bendiga a todos. Los Ancianos de la Iglesia.