Nuestra misión como Iglesia es honrar y adorar a Dios, la edificación de su Iglesia y la proclamación de su Evangelio.
Adorar a Dios es el propósito de nuestras vidas, que cada uno de nosotros tenga una relación de intimidad y amor con Él. La adoración no es una emoción. La adoración se origina en Dios y es Él quien la produce en nosotros.
"según nos escogió en Él antes de la fundación de mundo...según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia...En Él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria." (Ef. 1:3-14)
Ayudar a los miembros de la Iglesia en su desarrollo espiritual, social cultural y educacional. La edificación de la Iglesia de Dios. Que cada miembro crezca individualmente en santidad y todos en conjunto nos desarrollemos como un cuerpo.
"Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad." (Jn. 17:17)
"...a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fé y del conocimiento de Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo...siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es Cristo, de quien todo el cuerpo.., recibe su crecimiento para ir edificándose en amor." (Ef. 4:12-16)
Predicar el Evangelio, la Buena Nueva de Dios en obediencia al mandato de Nuestro Señor Jesucristo. Dar a conocer la Verdad de Dios en el lugar donde Él nos ha puesto y nos ha mantenido ininterrumpidamente desde 1.885. Divulgar la doctrina de Jesucristo y la Biblia como norma de vida, utilizando todos los medios a nuestro alcance.
"para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios." (Ef. 2:7-8)